La pileta y el consumo responsable del agua
Artículo revisado por el Comité
Uno de los grandes problemas del verano es la falta de agua corriente. Por las altas temperaturas y el calor nos bañamos varias veces al día, tomamos más agua y -no podía faltar- llenamos la pileta para poder utilizarla. Sin embargo, ¿pensaste en lo que ahorraríamos remplazando el agua corriente con agua de lluvia?
El agua de lluvia es un recurso natural que puede aprovecharse -y muy bien- para reducir el consumo de agua corriente este verano. Tiene muchos beneficios: no contiene cal ni arsénico y es recomendable para el riego y la limpieza.
Con un sistema de purificación normal podés utilizar el agua de lluvia en la pileta toda la temporada y ahorrarte, además, la mitad de gasto en suministro de agua potable. Para averiguar la cantidad de litros que aprovecharías podés hacer un simple cálculo multiplicando los metros cuadrados de la superficie o terreno de recogida de agua por los litros de precipitación anual media de la zona.
El Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires aprobó recientemente una ley que obliga a los edificios de más de cinco pisos a recuperar el agua de lluvia para utilizarla luego en el riego y en el lavado de veredas. Por otra parte, en la ciudad de Villa María (Córdoba), el arquitecto Gustavo González presentó este año una investigación sobre el ahorro del agua potable. Según el profesional, podríamos disminuir hasta un 80% del consumo de agua corriente aprovechando el agua de lluvia.
Manos a la obra
En Río Ceballos un vecino diseñó un sistema para aprovechar el agua de lluvia y superar la peor crisis hídrica que sufrió la provincia de Córdoba la temporada pasada de verano. El hombre comenta que la inversión no superó los 700 pesos (para comprar e instalar canaletas, caños, tanques y bomba). Sin duda nuestro vecino pudo recuperar la inversión y disminuyó considerablemente su gasto mensual en servicio de agua corriente.
Construir un sistema de recolección de agua de lluvia es muy fácil y sencillo. Primero necesitás adaptar el techo de tu casa para facilitar el escurrimiento del agua hacia el tanque recolector. Vas a necesitar también unas canaletas de PVC sujetas a la parte más baja del techo y conectadas con un interceptor o dispositivo de descarga que elimine los deshechos acumulados. Finalmente, las canaletas tienen que derivar en el tanque de plástico cuyas medidas dependerán del volumen de agua que necesites utilizar. También podés incorporar un equipo de bombeo y de filtrado para extraer con facilidad el agua almacenada.
¿Convencido? Ahora intentalo en casa.